Otro punto clave, que remarca Basilotta, es que la inversión se realizó 100% con capital propio: “Nosotros somos una pyme familiar, en la empresa trabaja también mi mujer, mis cuatros hijos y hace poco comenzó a colaborar hasta uno de mis nietos que tiene 19 años. Tenemos una estructura conservadora y por eso no recurrimos ni a los bancos ni a la Bolsa para buscar dinero. Esta inversión llevó varios años, compramos primero los terrenos, luego con el tiempo pudimos importar la línea de producción desde Europa y más tarde llegó la obra de infraestructura. Hacemos todo paso a paso, pero con la mirada puesta en que nuestra clave es producir en cantidad. Nuestro eslogan es mucho volumen de producción y poca rentabilidad”.

Las proyecciones de Guaymallén son al menos alentadoras en medio de la profunda crisis económica que atraviesa la Argentina y más precisamente la industria alimenticia, y aquí Basilotta no ahorra conceptos: “Es cierto que a Guaymallén le está yendo muy bien en un contexto económico muy complicado. La verdad es que hoy muchas pymes están prácticamente fundidas, es una realidad innegable y como empresario me gustaría que a todos nos vaya bien. Además, si la gente estuviera mejor, nosotros venderíamos todavía más alfajores”.

Un capítulo aparte en esta historia se lo lleva la estrategia de marketing de la empresa, con Basilotta como jefe de campaña absoluto. El empresario utiliza sus redes sociales, más precisamente Twitter, para interactuar con sus miles de seguidores; sube textos, videos y fotos ocurrentes.

En este contexto, hace pocos días, se viralizó una imagen de los alfajores Guaymallén a la venta en Estados Unidos con un precio de u$s2,69 y Basilotta tuiteó: “Qué te pasa Donald ??? u$s2.69 el Triple? (162 pesos argentinos), acá están a 20 pesitos! Tendré q ir a verlo de nuevo, pero ya hablaremos en otros términos”.

Consultado por este paso de comedia, el empresario explicó: “Me divierto, es mi forma de estar cerca de la gente y esa es la esencia de Guaymallén”.