Esta pequeña lleva con gran orgullo el casco de su padre, quien perdió la vida en uno de los siniestros que afectó al suroeste de Sydney. Es uno de los dos bomberos que falleció en otra intensa jornada de lucha. Ahora, su hija Charlotte, se niega a abandonar el féretro de este héroe. La pequeña Charlotte se ha convertido en el símbolo de la lucha australiana. Tras los eternos meses de combate, el terrible daño que ha sufrido el país, las personas y los animales, ver estas escenas inspira coraje para seguir dando batalla.

Tiene casi 1 año de vida y no sabe muy bien lo que pasa. Ve a las personas llorar, consolándoles por algo que no comprende, la muerte. Ha escuchado que papá no estará más, pero no logra dimensionar el real significado de aquello. En su inocencia, la tristeza de tal pérdida no logra imponerse.Charlotte O’Dwyer camina entre los adultos en medio de la atmósfera de tristeza. Su madre, Melissa, la toma en brazos para darle un último adiós a papá. Un beso que probablemente recordará toda la vida, cuando se pregunté qué pasó.