El Presidente incrementó sus bienes en casi $52 millones en 2018, mientras que el candidato de Frente por Todos  declaró bienes por $3 millones.

Como una previa de los comicios del próximo octubre, tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández ya presentaron sus declaraciones juradas patrimoniales ante la Oficina Anticorrupción (OA). La diferencia patrimonial es, incluso, más amplia que la ideológica: Macri declaró bienes por $151 millones, el crecimiento más alto desde que es Presidente; Alberto Fernández, en cambio, informó activos por $2.9 millones en 2018.

Alberto Fernández, candidato a presidente del Frente de Todos, declaró bienes por $2.9 millones en su declaración jurada de 2018, la primera presentada diez años después de dejar de ser funcionario. Sus bienes, sin embargo, prácticamente no se modificaron desde la última vez que hizo público su patrimonio cuando era jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, allá por 2008.

El candidato que más votos consiguió en las PASO declaró bienes por casi $3 millones, un número que -como suele ocurrir con las declaraciones juradas- no refleja el verdadero valor de sus bienes, según un relevamiento realizado por La Nación. Sus principales activos son dos departamentos en Recoleta sobre la avenida Callao, entre Alvear y Posadas.

Uno es su estudio de 160 m2, que compró con la sociedad «Inmuebles Callao SA» por US$ 165.000 en 2000. La firma fue repartida en partes igual con Marcela Losardo, exfuncionaria kirchnerista y socia de Fernández en los trabajos de consultoría. Pese al valor del mercado que posee el inmueble, Fernández declaró que las acciones de la firma valen apenas $84.000.

Fernández compró su otro departamento a medias con Alejandra Luchetti, su exmujer, también en 2000, por US$ 225.000, de acuerdo a los datos oficiales. El domicilio es actualmente habitado por su exmujer y su hijo, aclaró el candidato ante la correspondiente consulta. Ese inmueble fue cotizado según valor fiscal en $966.000 por el candidato del Frente de Todos.

Fernández tiene dos propiedades en Recoleta, pero ninguno es su casa. Vive en el departamento de su amigo Enrique «Pepe» Albistur, en Puerto Madero. El candidato kirchnerista vive en el piso 12 del lujoso River View, una propiedad de unos 120 m2 que el exsecretario de medios de Néstor Kirchner compró en 2007, según consta en el registro de la propiedad.

Un alquiler en ese edificio costaría entre 1500 y 2000 dólares por mes, calculan los especialistas inmobiliarios. Y solo las expensas, alrededor de 15.000 pesos. «Pepe es mi amigo desde hace 30 años, por eso me presta el departamento. Yo pago las expensas, los impuestos y otros gastos», dijo Fernández ante la consulta de este medio. Esos desembolsos podrían estar incluidos en los «gastos personales» que declaró el candidato por $2,5 millones durante todo 2018, un promedio de $208.000 por mes.

Victoria Tolosa Paz, esposa de «Pepe» Albistur y cotitular del inmueble que usa Fernández, hizo pública otra explicación: la candidata a intendenta de La Plata informó en su última declaración jurada que recibió ingresos anuales por $240.000 en concepto de «alquiler» de dicho inmueble.

El resto de sus bienes lo completan un Toyota Corolla 2016 valuado en $410.000, depósitos bancarios por $62.000 y créditos por cobrar de la AFIP por $755.000 y otro con su firma Inmuebles Callao por $555.000. Entre sus deudas aparecen gastos de tarjetas de crédito, un saldo con la AFIP y también un préstamo del broker de seguros Horacio Héctor Martínez Sosa por $102.000, que no se modificó durante el transcurso de 2018.

Los bienes del Presidente

En 2018, el año en que se derrumbó la economía fue, en cambio, el mejor período para las cuentas personales de Mauricio Macri. El Presidente incrementó su patrimonio durante el año pasado en casi $52 millones -según su declaración jurada-, crecimiento que no tiene en cuenta los bienes que fueron encapsulados en el fideicomiso ciego para evitar supuestos conflictos de interés.

Macri declaró un activo por $151,6 millones a fines de 2018, el mayor incremento patrimonial desde que asumió su cargo. El 75% de los activos del Presidente está repartido entre títulos públicos y bonos de la deuda de la Argentina. Tal como publicó LA NACION, el mandatario compró dos bonos argentinos por $94 millones en octubre del año pasado, cuando el país atravesaba una plena crisis económica.

El Presidente también había comprado bonos argentinos en 2016 y 2017, aunque por montos significativamente menores.

Otra parte importante de sus bienes está integrada por sus propiedades: declaró seis inmuebles en el país por $26 millones, que incluyen desde un departamento en Buenos Aires hasta terrenos en Tandil, Salta y Pilar. Y también un departamento en Punta del Este, como parte de una donación de su padre, que cotizó en $15 millones.

La fortuna de Macri no incluyen los bienes que integran el fideicomiso ciego, que se conocerán una vez que deje el cargo, y tampoco la herencia de su padre, el empresario Franco Macri, que murió a comienzos de este año y cuya sucesión está todavía en curso.

Foto: La Nación