«El cambio viene, les guste o no», advirtió a los jefes de Estado reunidos en la Cumbre del Clima de la ONU Greta Thunberg, la líder del movimiento Viernes por el Futuro.

«Esto está todo mal. Yo no debería estar acá, debería estar en la escuela, al otro lado del océano. Pero ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, buscando esperanza. ¿Cómo se atreven? Ustedes se robaron mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías. Y aún así yo soy una de las afortunadas. Hay gente sufriendo, gente muriendo, ecosistemas completos están colapsando. Estamos al inicio de una extinción masiva. Y ustedes sólo pueden hablan de dinero, de cuentos de hadas y de eternas promesas de crecimiento económico. ¿Cómo se atreven?», señaló la joven en un discurso tan breve como encendido.

«Por más de 30 años la ciencia ha sido clara. ¿Cómo se atreven a mirar para otro lado y venir acá a decir que están haciendo lo suficiente, cuando las políticas y soluciones necesarias todavía no están a la vista? Dicen que nos escuchan y entienden la urgencia, pero no importa cuán triste o enjoada esté, no quiero creer eso Porque si realmente comprenden la situación y aún así siguen fallando en actuar, entonces ustedes serían malvados, y me rehúso a creer eso», recriminó.

«Nos están fallado, pero los jóvenes estamos empezando a enteder la traición. Los ojos de toda las generaciones futuras están sobre ustedes. Y si eligen fallarnos, les digo, nunca los perdonaremos. No dejaremos que se salgan con la suya. Aquí, ahora, es donde marcamos el límite. El mundo está esperando. Y el cambio viene, les guste o no», cerró.

Minutos antes, la moderadora del panel que Thunbreg compartió con otros jóvenes, como el argentino Bruno Rodríguez, había preguntado a la sueca cuál era su mensaje a los líderes mundiales. «Mi mensaje es que los estaremos vigilando», dijo.